domingo, 1 de julio de 2012

Y de condena, una rutina

La imagen del tren paralelo pasando fugaz frene a la ventana que diviso entre dos formas que parecen ser partes humanas,
Y su ruido que no escucho, pero veo e imagino,
El cielo de esta nueva realidad subterránea,
La luz que viene y va haciendo una metáfora del accionar de mis parpados de hierro,
El pararse en el pedazo de metal que me eleva al momento de integración,
El lento y tedioso ascenso a la inevitable realidad,
Mientras que en mi cabeza escucho las trompeas que decoran el camino a la horca.
Ahora percibo el olor metálico de la orina en la pared de una catedral,
El violento silencio de ángeles y santos, el frío que emanan desde su interior.
Camino rápido como impulso para no empaparme de rostros ajenos.
Deseando con cada paso que el tiempo se detenga,
Tomo un último respiro como premio consuelo,
Aunque no logro engañarme...el ahogo es inminente
El agua ya comienza a entrar, y mi cuerpo responde de la única manera que sabe,
Hace uso de  su pulsión de vida, tratando de canalizar en sufrimiento la negación a la muerte,
Quedando así en un purgatorio que no me da elección posible,
Solo angustia, temor y un grito de misericordia.

1 comentario:

  1. eu te dejé 2 mensajes en "la libreta roja III"
    es hermoso esto, turbio, pero hermoso jaja <3
    estoy leyendo a Pizarnik (?)

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